“Solo iba a mirar un video y, cuando me di cuenta, había pasado una hora. No recordaba ni qué vi, pero estaba mentalmente agotada...”
¿Algunas actividades de esparcimiento te llegan a irritar o cansar más que una maratón... como si en lugar de distraerse o relajarse tu mente se saturara con mucho de nada?
Si sientes que tu mente está cansada y no has hecho un esfuerzo mental que lo justifique, probablemente estés experimentando el brain rot.
Lo describiría como la consecuencia inmediata de exponer la mente a contenido superficial y de alta carga sensorial por más tiempo del que puede manejar. Contenido que comúnmente proponen, entre otros, las plataformas sociales. Ese que te deja la sensación de tener la mente saturada, dispersa o desconectada haciendo nada, sin propósito definido.
Quiero que sepas que esa señal de cansancio es el resultado de romper el ritmo natural con el que la mente procesa los estímulos externos para lograr un funcionamiento óptimo, que incluye la concentración, el aprendizaje, la toma de decisiones y el bienestar general.
Durante el día, tu cerebro está procesando miles de estímulos: mensajes, videos cortos, notificaciones, titulares, correos, alertas, recordatorios… Y aunque parezcan pequeños, cada uno deja una huella. Esa acumulación constante puede volver la mente inquieta, fragmentada, incluso incapaz de disfrutar del silencio. La mente se acostumbra a lo que hace con frecuencia.
Por otro lado, la exposición constante a sonidos y movimientos te lleva a percibir con incomodidad los momentos de silencio y la calma. En consecuencia, se hace más difícil enfocarse en eventos comunes como el canto de un ave o el sonido del agua que son beneficiosos para la salud mental, el bienestar y la concentración. La costumbre de vivir conectados al contenido superficial da paso a la desconexión. Y es que para conectarse, hay que desconectarse.
En otras palabras, el brain rot provoca que el placer instantáneo sustituya a la calma y que el ruido interior termine robando espacio a las ideas, la creatividad y la conexión con lo que realmente importa. Lo curioso es que se convierte en una adicción, mientras nos conectamos a más estímulos, menos satisfacción inmediata sentimos.
Por eso, hoy quiero hablarte de claridad: de cómo puedes reentrenar tu atención y recuperar esa sensación de mente despejada y enfocada, como un lago tranquilo que vuelve a reflejar el cielo después de la tormenta.
Reentrena tu atención: 3 pasos para manejar el brain rot
1. Reeduca tu dopamina
De la gratificación rápida al placer consciente
Cada video, mensaje o “like” es una pequeña dosis de dopamina. Cuando eso ocurre cientos de veces al día, el cerebro se acostumbra al estímulo inmediato y se vuelve impaciente con todo lo que requiere tiempo.
Practícalo así:
- Empieza tu día sin pantallas los primeros 30 minutos.
- Reemplaza el “scroll” por una pausa consciente: respira y observa tu entorno.
- Disfruta una tarea lenta (preparar café, leer, caminar) sin interrupciones.
Cada pausa sin estímulo es un acto de libertad para tu mente.
2. Recupera el pensamiento profundo
De la distracción constante a la concentración plena
El pensamiento profundo necesita espacio, igual que un lago necesita calma para reflejar el cielo. Cuando consumes contenido rápido, lanzas “piedras” a la superficie de tu mente. Para recuperar la claridad, necesitas dejar de agitar el agua.
Practícalo así:
- Dedica 15 minutos diarios a una lectura completa, sin cambiar de app ni revisar notificaciones.
- Escucha un podcast largo o escribe tus ideas sin multitareas.
- Cierra el día reflexionando: ¿qué aprendí hoy que valga la pena recordar?
La profundidad no es intensidad, es presencia sostenida.
3. Reconecta con el entorno natural
De la saturación digital al equilibrio sensorial
La naturaleza reentrena el cerebro. Caminar entre árboles, mirar el movimiento del agua o sentir el viento regula la atención, disminuye el estrés y restaura la concentración.
Practícalo así:
- Haz una pausa diaria de 10 minutos al aire libre o frente a una ventana abierta.
- Mira un elemento natural (una planta, el cielo, el reflejo del agua) hasta que notes un cambio en tu respiración.
- Agradece lo que ves: el color, la forma, la vida.
Cuando el cuerpo se calma, la mente se aclara.
Microacción:
Elige uno de los tres pasos y practícalo hoy mismo. Observa cómo cambia tu nivel de atención después de hacerlo durante tres días consecutivos y convierte cada uno de ellos en un hábito.
Explora más
¿Quieres comprender a fondo qué ocurre en tu cerebro cuando te sientes mentalmente saturado? — En mi blog de “Brain Rot: Cuando tu mente necesita un respiro”, te invito a explorar más sobre qué es el brain rot y cómo afecta los ritmos naturales de tu mente.
