Resiliencia

Tu cuerpo te habla. ¿Lo estás escuchando?

Aprende a reconocer los signos del golpe de calor y aplica prácticas sencillas de EcoCoaching℠ para proteger tu salud y la de tu comunidad.
EcoCoaching℠ by Mildred Real


Cómo reconocer las señales del calor extremo y tomar decisiones que protegen tu bienestar

Tu cuerpo es sabio. No necesita palabras para pedir ayuda. Te habla todo el tiempo. Te lo dice cuando tienes hambre, cuando necesitas descansar… y también cuando el calor empieza a afectar tu equilibrio.

Escuchar esas señales no es una debilidad. Es una habilidad. Y en momentos de calor extremo, puede convertirse en tu mejor herramienta de protección.

Señales que no debes ignorar

  • Te mareas o sientes que todo gira
    Podrías estar deshidratándote o sobrecalentándote. Haz una pausa, busca sombra y toma agua.
  • Te cuesta respirar o enfocar
    Es una señal clara. El calor ya está interfiriendo con tu funcionamiento normal.
  • Tu piel se pone muy roja, caliente o seca
    Eso te indica que tu cuerpo está dejando de autorregularse. Necesita apoyo inmediato.
  • Sientes dolor de cabeza sin una causa evidente
    Y si viene acompañado de náuseas o confusión, no lo ignores. Es una alerta seria.

Es común que minimices lo que sientes. Tal vez piensas “se me va a pasar”. Pero en un clima extremo, cada minuto cuenta. Un malestar leve puede escalar rápidamente si no te das el espacio para reaccionar. ¡Tu cuerpo no exagera. Tú tampoco deberías!

Reconocer una señal es una muestra de sabiduría. No de debilidad.

Como EcoInfluencer, pon en práctica el cuidado consciente

Haz un check-in corporal tres veces al día.
Pregúntate si estás cómodo/a, si tomaste agua, si necesitas moverte o descansar.

Recuérdate frases que te devuelven al presente:

  • Me doy permiso para parar
  • Mi salud es prioridad, no excusa
  • Cuidarme es también cuidar a quienes me rodean

Y cuando estés en grupo, mantén los ojos y el corazón atentos. A veces, otro cuerpo está gritando lo que su voz no puede decir.

¿Qué puedes hacer?

  • Detente
  • Hidrátate
  • Busca sombra o un espacio más fresco
  • Si te sientes mal, llama a alguien. No esperes a que se pase.

Tu cuerpo es tu aliado más honesto. Escúchalo. Respóndele. Agradécele.

Y si algo te parece extraño, en ti o en otra persona, no dudes.
Haz lo necesario. Porque cada decisión consciente es un acto de resiliencia.

¿Quieres compartir esta práctica con tu grupo o comunidad?

Puedes guardarla desde la app o imprimirla y colocarla en un espacio visible. Así todos recuerdan lo importante: cuidarnos es un acto colectivo de amor y conciencia.