Theodore Roosevelt y John Muir en Glacier Point en Yosemite National Park, California. Photo by Library of Congress.
Cuando el desarrollo industrial amenazaba la perpetuidad de los paisajes vírgenes de América, un líder emergió con una visión radical: preservar la majestuosidad natural de la nación.
Theodore Roosevelt, conocido por su espíritu indomable, transformó su pasión por la naturaleza en acciones concretas, estableciendo precedentes que aún hoy protegen millones de acres de tierras silvestres.
Durante su presidencia de 1901 a 1909, Roosevelt implementó políticas innovadoras que sentaron las bases para la protección de vastas áreas naturales, asegurando su preservación para las generaciones futuras.
Su legado en conservación es evidente en los 230 millones de acres de tierras públicas que ayudó a proteger, incluyendo la creación de 150 bosques nacionales, 51 reservas federales de aves, 4 reservas de caza, 5 parques nacionales y 18 monumentos nacionales bajo la Ley de Antigüedades de 1906.
Desde joven, Roosevelt mostró una profunda conexión con la naturaleza. Como presidente, transformó esa pasión en acción concreta. En 1903, creó el primer Refugio Nacional de Vida Silvestre en Pelican Island, Florida, protegiendo hábitats cruciales para aves migratorias. Además, promulgó la Ley de Antigüedades en 1906, permitiendo la designación de monumentos nacionales para preservar sitios históricos y naturales. Bajo esta ley, protegió 18 áreas, incluyendo el Gran Cañón.
Su administración también protagonizó la creación del Servicio Forestal de Estados Unidos, gestionando millones de acres de bosques nacionales. En total, Roosevelt ayudó a conservar más de 230 millones de acres de tierras públicas. Pero su visión no solo se limitó a la protección de tierras. Convocó la primera Conferencia de Gobernadores sobre Conservación en la Casa Blanca, destacando la importancia de una gestión responsable de los recursos naturales. Su enfoque integrador inspiró a futuras generaciones a valorar y proteger el entorno natural.
El legado de Theodore Roosevelt perdura en cada parque nacional, reserva y monumento que hoy disfrutamos. Su dedicación sentó las bases para la conservación moderna, recordándonos que la protección del medio ambiente es una responsabilidad compartida. Como EcoInfluencers, su historia nos inspira a continuar abogando por la preservación de nuestro planeta, siguiendo el ejemplo de liderazgo y pasión que Roosevelt encarnó.
En este Día de los Presidentes, honremos su memoria con el compromiso de mantener vivo su espíritu conservacionista.