Novedades

Apagando el fuego que quema: Sanar lo vivido para criar con más calma y confianza

Apagar el fuego del pasado es regalar seguridad al futuro.
Mildred Real
sábado, 23 de agosto 2025


Las palabras y los silencios de la infancia dejan huellas. La buena noticia es que el cerebro cambia a lo largo de la vida y podemos transformar patrones aprendidos para que no se transmitan a hijos y nietos. Este artículo te guía, desde el EcoCoaching℠ y técnicas basadas en evidencia, a crear conversaciones que reparan y construyen resiliencia.

Lo que dice la ciencia

  • Neuroplasticidad: practicar nuevas formas de hablar y escuchar fortalece circuitos de calma y cooperación en el cerebro.
  • Etiquetado emocional: nombrar lo que sentimos reduce la reactividad y facilita la autorregulación.
  • Entornos seguros: vínculos consistentes y empáticos amortiguan el impacto del estrés y favorecen resiliencia intergeneracional.

Hablar para sanar: 4 pasos prácticos

  1. Observa sin juzgar.
    En vez de: “Siempre estás distraído.”
    Prueba: “Cuando miras el teléfono mientras hablo, noto que no hay contacto visual.”
  2. Nombra tu emoción.
    “Me siento frustrada e invisible.”
  3. Conecta con tu necesidad.
    “Necesito sentirme escuchada y tomada en cuenta.”
  4. Haz una petición clara y libre.
    “¿Podrías guardar el teléfono y mirarme a los ojos durante cinco minutos?”
    Nota: una petición deja espacio para un “no” y abre alternativas (“Si ahora no puedes, ¿cuándo te viene bien?”).

Reescribe el guión heredado

Identifica frases que te marcaron y dales un nuevo sentido. Convertir “No llores, eso es de débiles” en “Está bien sentir; tus lágrimas también hablan de tu fortaleza” cambia el mapa emocional y modela seguridad para tu familia.

Microacción de resiliencia (5 minutos)

  1. Elige una situación reciente que te activó.
  2. Escribe: lo que observaste, lo que sentiste, lo que necesitaste.
  3. Formula una petición específica y amable a la persona involucrada.
  4. Practica decirlo en voz alta con un tono suave y ritmo pausado.

Para conversaciones con niñas, niños y adolescentes

  • Valida primero: “Veo que esto te importa; tiene sentido que te sientas así.”
  • Curiosidad antes que consejo: “¿Qué fue lo más difícil de eso para ti?”
  • Co-crea opciones: “Pensemos juntas dos formas de manejarlo la próxima vez.”
  • Modela reparación: si te excediste, repara: “Hablé fuerte. Lamento haberte asustado. Voy a intentarlo de nuevo.”

Ancla emocional

El ciclo se rompe contigo. Cada conversación clara y amable es una inversión de esperanza para quienes vienen detrás.

Recuerda:

Sanar no es borrar el pasado, es elegir una forma distinta de relacionarte hoy. Tu presencia, tus palabras y tus límites amables pueden cambiar el rumbo de tu historia familiar.