Ya es un hecho comprobado que los PFAS y otros contaminantes ambientales afectan nuestro organismo al punto de alterar el metabolismo.
Los estudios recientes sugieren que eliminarlos de nuestra dieta contribuiría a mejorar el funcionamiento hormonal. Y, además, a evitar el efecto de rebote de la mayoría de las dietas.
Conocer cómo interfieren en nuestra salud los contaminantes químicos, es fundamental para motivarnos a la acción.
Los PFAS se consideran obesógenos porque promueven la ganancia de peso al afectar la forma en que el cuerpo crea y almacena las células de grasa. Además de afectar la forma en que metaboliza los alimentos y regula el apetito.
Debido a su notable influencia en el aumento de peso después de haberlo perdido, el análisis de las concentraciones sanguíneas de los PFAS en futuros estudios, permitiría obtener resultados más precisos sobre su influencia.
Estos y otros obesógenos se pueden encontrar en los productos que consumimos como plásticos, cosméticos y pesticidas, entre otros contaminantes ambientales.
En lo personal, no esperaré a que un laboratorio desarrolle un medicamento anti PFAS cuando yo sé dónde están y como eliminarlos de mi vida. Si tú quieres saber más, navega ésta sección de PFAS que seguirá creciendo en la medida que avancen las publicaciones científicas.
Este es un campo que apenas se comienza a explorar, pero ya sabemos que el vínculo existe y que nuestro cuerpo no está preparado para lidiar con los químicos. ¿Vas a esperar más para sacarlos de tu vida? Aunque no tengas un problema de obesidad, ya sabes que afecta tu cuerpo en forma negativa.
Para prevenir, reducir y eliminar nuestra exposición a ellos, hay que aprender a identificarlos y tener la voluntad de evitarlos.