Si te decides por usar una alfombra, determinar si está libre de PFAS es un desafío que te ayudo a superar con estos pasos claves. No basta con darle prioridad a los materiales naturales. Cuando la etiqueta no declara que es libre de PFAS o no tiene etiqueta, necesitas algo de investigación, preguntar directamente al fabricante o buscar si tiene certificaciones ambientales reconocidas.
El caso es que todo sería más fácil si se prohibiera su uso, pero mientras eso pasa, aquí tienes una guía breve para ayudarte a identificar y seleccionar alfombras que no tengan el potencial de afectar tu salud:
1. Investiga Marcas Comprometidas
Busca marcas y fabricantes que se comprometan públicamente a no utilizar PFAS en sus productos. Muchas empresas que se enfocan en la sostenibilidad y la salud ambiental publican esta información en sus sitios web.
2. Busca Certificaciones Ambientales
GreenGuard Gold: Certifica productos de baja emisión de químicos, incluyendo PFAS. '
Cradle to Cradle Certified™: Aunque no específica sobre PFAS, esta certificación evalúa la seguridad ambiental y de salud de los productos.
GOTS (Global Organic Textile Standard): Para alfombras de fibras naturales, esta certificación asegura que los productos textiles cumplan con criterios ecológicos y sociales estrictos, lo que puede incluir la prohibición de PFAS.
3. Consulta al Vendedor o Fabricante
Si no encuentras información en la etiqueta o en línea, pregunta directamente al vendedor o contacta al fabricante para preguntar sobre el uso de PFAS en sus productos.
4. Prefiere Materiales Naturales
Aunque no es una regla absoluta, las alfombras hechas de materiales naturales como lana, algodón, yute o sisal tienen menos probabilidades de haber sido tratadas con PFAS, que se utiliza principalmente para que el producto sea resistente a las manchas y repela el agua. Lo que me lleva directo al siguiente punto…
5. Evita Alfombras con Tratamiento Anti-manchas o Impermeables
Los tratamientos para hacer las alfombras resistentes a las manchas o al agua a menudo contienen PFAS. Optar por alfombras sin estos tratamientos puede reducir la probabilidad de exposición a estas sustancias.
6. Lee la Etiqueta y la Documentación del Producto
Algunas alfombras pueden llevar etiquetas que indican que están libres de ciertos químicos. Aunque no todas especificarán la ausencia de PFAS, buscar etiquetas que mencionen estar libres de tratamientos químicos puede ser útil.
7. Solicita Información Sobre la Seguridad Química
Pide hojas de datos de seguridad (SDS) que detallen los químicos utilizados en la alfombra. Aunque este paso puede ser más técnico, es una forma directa de verificar la presencia o ausencia de PFAS.
P.S. Si tienes cáncer o una enfermedad autoinmune, mi recomendación es que no te arriesgues, haz todo lo posible por eliminar las alfombras de tu camino. Los que tenemos alergia al polvo lo hicimos hace tiempo y eso es una suerte, pero recuerda: un paso a la vez.