Novedades

¿Cuándo fue la última vez que te escuchaste de verdad?

Escucharte no es un lujo. Es el camino de regreso a ti. Descubre la escucha interna compasiva.
Mildred Real
jueves, 22 de mayo 2025


Quizás te has vuelto experta en responder correos, cumplir pendientes, adaptarte a lo urgente. Pero… ¿te escuchas? No solo cuando hay crisis, sino en los momentos cotidianos, cuando el cuerpo pide una pausa o el alma se inquieta sin razón aparente.

Este artículo no busca enseñarte nada nuevo. Es una invitación íntima a recordar algo que ya sabes: cuando te prestas atención con ternura, empiezas a habitarte con más calma.

Escucharte sin juicio es un acto de valentía y amor propio. Es desde ahí que comienza cualquier transformación.

Practica la Escucha Interna Compasiva

Practicar la escucha interna compasiva es darte permiso para sentir antes de actuar. Una pausa real donde no hay que resolver nada, solo registrar lo que aparece: incomodidad, cansancio, entusiasmo, tristeza, curiosidad… todo es válido.

¿Cómo hacerla tuya?

  1. Elige un momento sin interrupciones (pueden ser 3 minutos).
  2. Siéntate, cierra los ojos y respira tres veces, lentas y profundas.
  3. Hazte esta pregunta: “¿Qué está pasando en mí ahora?”
  4. Observa sin necesidad de responder. Solo quédate con lo que surja.

Escucharte a ti misma es como escuchar el viento en una mañana en la que todo es silencio. Si no paras, no lo logras percibir. Pero está ahí, presente, moviendo lo invisible.

Microacción del día 

Hoy, cuando vayas a comer o a ducharte, hazlo con atención plena. Pregúntate suavemente: “¿Estoy presente en este momento o estoy corriendo por dentro?”

¿Y cómo practicar la escucha interna compasiva te regresa a ti?

Escuchar lo que te pasa no implica entenderlo todo ni actuar de inmediato. Es simplemente permitirte existir sin exigencias por unos minutos. Cuando eso se vuelve hábito, el ruido de afuera pierde poder, y tu centro se hace más claro.

“No se trata de controlar cada emoción, sino de no traicionarte ignorándolas.”

 

Si en algún momento del día te sientes desconectada o en automático, detente y recuerda:
Escucharte no es un lujo, es un modo de regresar a ti.

Aquí siempre vas a encontrar una pausa. Este espacio te acompaña a volver a tu centro, sin prisa y sin juicio.

¡Qué tengas un bello día!